Carlos Daniel Elizalde, más conocido como el pochoclero de la ciudad de Brandsen, con prisión preventiva por “tentativa de homicidio en concurso real con lesiones leves”, recibió un revés judicial en las últimas horas al serle denegada la solicitud de “excarcelación y/o morigeración de la prisión preventiva”, informaron fuentes judiciales.
Elizalde había sido detenido en 2017 por atacar con un bate de béisbol de madera a los padres de una joven que lo acusó de violarla cuando era menor.
Alfredo Gascón y Miguel Molina, los abogados de las víctimas, contestaron al pedido de la defensa que “la petición debe ser rechazada puesto que no se dan ninguno de los supuestos que se alegan como para que Elizalde pueda ser excarcelado” por considerar que éste podría huir para evitar el juicio.
En ese sentido, los letrados señalaron que “en base a la pena en expectativa por los delitos que ha sido intimado, su comisión y naturaleza de su producción, es dable suponer con el grado de certeza propio de una medida cautelar, que el imputado pretenderá eludir la acción de la justicia”.
Asimismo, señalaron que la posible excarcelación del acusado podría suponer un riesgo para sus representados, al considerar que “el riesgo procesal también se emparenta con el riesgo personal al que pueden quedar sometidos nuestro mandantes de obtenerse la libertad”.
Por último, expresaron que “en cuanto a la alegación de la situación sanitaria, no se ha comprobado que en el lugar de alojamiento exista sospecha de penetración del virus (COVID-19) ni posibilidad de contagio”.
ABUSOS Y VIOLENCIA
Samanta Nagode fue la primera mujer en denunciar al “Pochoclero de Brandsen” por supuesto abuso sexual.
En diálogo con EL DIA, la joven recordó que “mi abusador era conocido de mis padres, la situación comenzó en 1999 y duró tres años. Cuando culminó, comenzó el acoso, con gestos en la calle, insultos. Guardé durante años el secreto, nadie sabía lo que pasaba. Me casé y, sin saberlo, me mudé a tres cuadras de dónde vivía él. Hasta que, en uno de esos encontronazos, mi marido fue testigo y entonces le conté todo y radiqué la denuncia”. Luego de ese incidente, otras dos mujeres se sumaron a la acusación.
Elizalde fue apresado en Tres Arroyos, luego de una serie de allanamientos. Días antes había atacado en la puerta de la Comisaría a los padres de Samanta, cuando la familia se disponía a presentar más evidencias sobre el acoso al que presuntamente era sometida la joven.
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